viernes, 18 de diciembre de 2009

HAGGARD en Buenos Aires: una experiencia, cuanto menos, singular

"Singular" es una palabra adecuada para describir este espectáculo que tuvimos oportunidad de apreciar anoche, en El Teatro Colegiales, organizado por la gente de Icarus Music, especialistas en brindarnos eventos de altísima calidad.
En esta ocasión, quienes llegaban para mostrarnos su grandilocuente arte, eran los alemanes oriundos de Munich, HAGGARD.

A las 20 horas ingresamos al reducto de Lacroze y Alvarez Thomas, donde comenzamos a encontrarnos con mucha gente linda que tantos años de radio nos han permitido conocer.
Mientras dialogábamos con un gran periodista de nuestra escena, Exequiel Núñez, nos enteramos que ya había tocado la primera banda invitada, Inazulina, a quienes -obviamente- no vimos.

En ese momento comenzaban a escucharse los inconfundibles acordes tecno-rockeros de la segunda banda de la noche, los siempre disfrutables Bloodparade. Intro de un par de minutos, con sonidos marchosos, y el quinteto a escena, para presentarse ante unas cuatrocientas almas. Las cuales, evidentemente, no forman parte de su público habitual.
De sobra es conocido el enorme carisma que Brenda Jezabel Cuesta despliega sobre los escenarios, de manera que, munida de su acostumbrado megáfono, llevó adelante a sus coequipers hacia un aplastante show de veinticinco minutos, poderosísimos, gancheros y bailables.
Como dijimos, gran parte de los presentes era adicto a otro estilo musical, pero esto no impidió que Bloodparade recibiera muy respetuosos e intensos aplausos tras cada título interpretado. Entre los mismos, estuvieron los más "hiteros" de su trabajo "State of Trance", aunque a nuestro modesto entender, nuevamente el momento más logrado fue cuando interpretaron "Self Control", popularizada en los dorados 80's por la extinta Laura Branigan, en una versión que respeta básicamente el gran groove de la canción original, pero le agrega el locomotivo poder de las dos violas de Patricio Castelli y Emiliano Tellería, marca registrada de la banda, transformando a este cover en algo que esperamos ver prontamente plasmado en alguna grabación!

Cuando Bloodparade finaliza su destacadísima intervención, nos enteramos que la tercera banda nacional anunciada, Dóminus Inferi, se había bajado de la grilla. De modo que nos dedicamos a esperar durante cuarenta y cinco minutos a que los numerosos integrantes de HAGGARD comenzaran su performance.
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21:10 se corre el telón, y enmarcados en una nula escenografía, comenzamos la primer tarea de la noche: contar cuánta gente había en el escenario, entre tanto instrumento de cuerda visible a nuestros azorados ojos: cellos, violines, contrabajo... la cuenta arrojó trece personas, entre la bruma y la incomodidad visual que siempre se genera ante el inicio de un gran show.
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Primera sorpresa de la velada: hubo mucha más gente de la que hubiéramos supuesto: aproximadamente unas ochocientas personas poblaron de calidez el piso al momento de arrancar los germanos. Arriba, en el balcón, una cincuentena de individuos que habían adquirido la localidad "V.I.P.", completaban la escena.
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Bueno, a ver: quedamos en que sumaban trece músicos en el escenario.
Un sólo guitarrista, que a su vez es la voz -gutural, casi siempre- principal. Se llama Assis Nasseri. Es el mandamás, y se nota.
Un bajista, un baterista, un percusionista de singular cabellera, un tecladista, un contrabajista, una soprano (de nombre Su, muy simpática y carismática), dos violinistas (una de ellas, también portadora de otra espectacular y extensísima masa capilar), una flautista, un trompetista, una cellista, más un último sujeto (con un look a lo "Cocodrilo Dundee") que oficiaba de tenor y en algunos temas metía alegres panderetas... todo eso es HAGGARD. Una propuesta, como dijimos, tan singular como dificultosa para plasmar en escena... la cual, honestamente, no logró despertar en demasía mi interés, en casi ningún momento del show.
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Ahora expliquemos las razones... la verdad es que me costó muchísimo captar la onda de las canciones. Las mismas, para mí, no poseen mucho atractivo. O sea, están bien ejecutadas, bien tocadas, pero... el "pero" es fácil de explicar: desgraciadamente, los temas no me gustan. No me agrada la estructura de las canciones, sumamente extensas, con demasiados cambios, que van de un furioso Death Metal -que dura segundos en cada composición- hasta largos y tediosos pasajes calmos, que se tornaron casi interminables. Realmente, he salido del Teatro Colegiales sin recordar ni un minuto de ningún tema, casi ninguna parte de ninguna canción... Prácticamente nada ha quedado en mi memoria, excepto puntos visuales, no musicales.
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Esta opinión, por supuesto es muy personal, y no debe ser para nada compartida por los asistentes al show, que gozaron, deliraron, aplaudieron a rabiar, cantaron casi todas las líricas, hicieron pogo... Verdaderamente, sólo atiné a mirarlos asombrado, sin comprender qué era lo que ellos disfrutaban tanto, algo que a mi vez no pude captar en ningún momento...
Me alegro por los que fueron, porque sin dudas han gozado enormemente de este evento. Yo por mi parte, disfruté de mi acompañante, y de las charlas con los amigos que encontramos. Ah, y del show de Bloodparade, por supuesto!
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El sonido estuvo muy bien, pero gran parte de los instrumentos que había sobre el tablado, mucho no se apreciaban... pero no era por deficiencias del sonido, era por la tremenda mescolanza que emanaba de los allí arriba presentes, que... en fin... quizás simplificando la cantidad de instrumentos, pueda haber más potencial público que los entienda mejor. Yo al menos, me cuento entre ésos.
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Algunos de los títulos interpretados fueron "Origin of a Crystal Soul", "Per Aspera Ad Astra", "In a Full Moon Procession", "The Final Victory", "Herr Mannelig", "Eppur Si Muove", "In a Pale's Moon Shadow", "Awaking the Centuries"... y una larga lista, porque la banda tocó por espacio de... ciento treinta minutos!!!
Párrafo aparte para los bises: uno de ellos fue... el Himno Nacional Argentino... entero! Mientras dos de los trece sostenían una gran bandera argentina, entre el público y los músicos sacaron adelante la versión. Se aprenderán todos los himnos de todos los países que van visitando? Curioso gesto. Puede ser tomado como un bonito regalo o como una muestra de excesiva demagogia. Elijan ustedes.
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La gente apoyó a full esta movida, demostrando un enorme interés en la propuesta de HAGGARD. Y obviamente, los músicos retribuyeron tanto fervor con sobradas muestras de agradecimiento, notable simpatía y buena onda. Una vez más, el público argentino demostrando a las claras que es el mejor del orbe.
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En esta noche especial, convivieron especímenes de distintas tribus... hubo remeras de HAGGARD, de V-8, de Hermética, de Manowar, de The Doors... si, lo que leen. Personas de muy diferentes palos, hermanados en un solo grito: Olé, olé, olé, olé... HA-GGARD, HA-GGARD!!! Una parejita ataviada con abrigados ropajes de terciopelo, envueltos en glamour, bailando extasiados cuan en un salón de algún soñado castillo europeo. Y a su lado, otra parejita -con tintes más relacionados a la cultura barrial argenta- dirimiendo diferencias conyugales a los gritos. Generosa noche.
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Nuestras felicitaciones a la productora Icarus Music, sin dudas no ha sido sencillo llevar a cabo dos fechas en este país -la otra fue la noche anterior, en Salta Capital- presentando a una agrupación compuesta por tantos integrantes... Todo salió de maravillas, y agradecemos muy especialmente a Carlos y a Marcela, por su eterna gentileza para con nuestro espacio radial.
Y también, gracias totales a Silvina, por compartir esta velada; y a todos los amigos, músicos y demás integrantes de la escena nacional con los cuales compartimos palabras anoche...
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Comentó: Javier Parente, para OXIDO.

5 comentarios:

  1. una lastima que no hayan podido observar el show de Inazulina, una banda que no conocia ni de nombre, pero que a mi entender brillaron en el comienzo de la tarde/noche. Altamente recomendable.

    muy buena la nota!!!

    abrazos!!

    Pablo Suñe

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  2. Particularmente creo que no le encontrás atractivo a los temas porque desconocés la historia que encierra cada uno de ellos ya que todos los discos de Haggard son conceptuales.
    El himno argentino es algo que muchas bandas hacen, tal vez no entero, pero si tenés en cuenta que la celista de Haggard es argentina, encontrarás por qué lo hicieron completo (aunque con errores).
    El sonido estuvo perfecto, por mi parte pude apreciar todos y cada uno de los instrumentos, y es cierto, no es fácil hacer sonar bien a una banda, y menos con tantos instrumentos. Tené en cuenta que los integrantes de Haggard son más, y por suerte vinieron las cuerdas, al contrario de algunas bandas que traen bases grabadas.
    Por otra parte, BloodParade me pareció predecible y falto de fuerza, no tiene riffs copados.

    Ojalá Haggard vuelva pronto.

    Saludos,
    Juan Pablo.

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  3. Gracias Pablo, y Juan Pablo, por vuestras respetuosas opiniones; mensajes como los de ustedes suman mucho.

    De Inazulina, desgraciadamente no llegamos a verlos, esperamos tener pronto la oportunidad de apreciarlos en algún otro show.

    Respecto a Haggard, reconozco sus méritos, pero no les encuentro atractivo a las canciones simplemente porque no me gustan, no va mucho más allá de ello. Saber el concepto detrás de los álbumes creo que no sumaría: la música continuaría sin atraparme.
    Pero como dije... son tan sólo opiniones.

    Que estén muy bien, y muchas gracias nuevamente!

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  4. Me extrañó el comentario ya que siempre suelo leerlos y en general coincidir cuando he asistido al show en cuestión. Con respecto a que no pudiste disfrutar de las canciones, esto quizá se deba a que no hayas escuchado sus discos. Es cierto que Haggard no es una banda fácil, ganchera y quizá ese sea su atractivo. Los discos deben ser escuchados una y otra vez para asimilarlos. Una vez familiarizado con los discos, el show se puede disfrutar sin problemas como lo he hecho yo. Y desde donde yo me encontraba ubicado pude apreciar con nitidez todos los instrumentos, es más, me sorprendió eso. Fijate que el sonidista estaba al lado de los músicos, por lo que la tarea de este sujeto es tan importante que casi lo consideran un músico más. Con respecto a lo del himno aparentemente lo hacen en cada país, ya que en youtube se los puede ver interpretando el himno de Mexico.
    Y por último con respecto a que tocaron 130 minutos, ojalá todas las bandas sigan su ejemplo, y den shows así de extensos y no shows de 75-90 minutos, como suele ser la costumbre de algunas.

    Saludos para todos.

    Santiago

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  5. Muchas gracias, Santiago, por opinar...!
    Y gracias también por leer habitualmente los posteos que en este blog publicamos.
    Comentarios como el tuyo nos ayudan a crecer, que sea un muy buen 2010 para vos!!

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