Según uno de los principios generales del derecho, “los contratos nacen para ser cumplidos”. Pero lo que este principio no contempla, es que si por la rescisión de ese contrato, se te van a desembolsar dos millones de dólares por presentación, difícilmente quieras cumplirlo, y rompas el contrato en mil pedazos. Eso es lo que la paso a Motley Crue, formada en Los Ángeles (California) en 1981 por el bajista Nikki Sixx y el baterista Tommy Lee, a los que más tarde se les unirían el guitarrista Mick Mars y el vocalista Vince Neil. Corría el año 2015 cuando la banda realizaba su gira despedida bajo el nombre de “The Final Tour”, y según un contrato que ellos suscribieron en 2014, “la banda nunca volvería a presentarse en vivo”. La escena y los fans ya los imaginaban dispersos, cada uno en lo suyo. A Nikki, con su Sixx AM, con los cuales ha cosechado algo de éxito en los charts de los Estados Unidos. A Vince, con su proyecto solista, en el cual siempre hay canciones de Motley para oír en sus shows. A Mick, continuando su tratamiento contra la “espondilitis anquilosante” (una forma crónica de artritis) y su proyecto de un disco solista, el cual ya se encuentra grabado a espera de ver la luz. Y Tommy, seguramente mezclándose con la movida más “new” y con “rappers” abonados a la MTV, como lo hizo en tiempos de su proyecto Methods Of Mayhem.
Pero en tiempos donde las plataformas de televisión online pueden darte el ansiado estrellato o, en este caso, resurgirlo, Motley Crue aposto a su película “The Dirt”, la cual narra la historia de la banda. La mencionada fue estrenada el 18 de marzo de 2019, en la plataforma Netflix, dirigida por Jeff Tremaine (Jackass) y con un guion co-escrito entre Nikki Sixx y Neil Strauss (periodista y escritor estadounidense), que aparte de una gran cantidad de obras, acompaño a Marilyn Manson en la narración de su libro “Long Hard Road Out of Hell”. Y más allá de las críticas positivas y no tanto, la película fue un éxito. La banda volvió a “vender discos” y creció la demanda de oyentes en aplicaciones para la reproducción de música vía streaming, por ejemplo, Spotify. Los fans de siempre querían volver a escucharlos; y los de la nueva hora, querían saber más sobre esos chicos que se subieron a la cima de la movida “glam”, en los años ochenta.
Los rumores de la vuelta sonaban cada vez más fuertes. Hasta que se convirtieron en realidad. El documento (contrato) apareció, pero representado en medio de un montaje y como parte de un video que se dio a conocer desde la web oficial del grupo. Acompañando este clip, https://youtu.be/WPPsG0Cp83w, un comunicado tan directo como los músicos mismos, que comienza así: "Los Ángeles, CA, 18 de noviembre, 2019: años después de firmar el contrato que ponía punto final a las giras, el documento ha sido anulado, porque una nueva generación de “crüeheads” están pidiendo incansablemente el regreso del grupo. Tras el gran éxito de su película para Netflix, “The Dirt”, Mötley Crüe ha visto el resurgimiento de una enorme audiencia nueva, y el grupo conocido por romper las reglas ha destruido el contrato a la auténtica manera de Mötley Crüe, literalmente haciéndolo explotar”.
Unas semanas después, el 4 de diciembre de 2019, fue anunciada oficialmente la vuelta a los escenarios de los “Saints Of Los Angeles”, pero con muchos condimentos que harían las delicias de cualquier paladar rockero. Fue anunciado “The Stadium Tour”, en donde se presentarían en principio (digo en principio porque está abierta la agenda para mas fechas) en 29 estadios, o arenas, o como les guste a ustedes llamarles. Junto con ellos, (y acá viene los que dije sobre los condimentos) se suman los británicos DEF LEPPARD (que serían algo así como co headliners), los norteamericanos POISON y la chica de la “bad reputation” (algunos también le llaman la “Riot Grrrl original”), JOAN JETT junto a sus BLACKHEARTS. También serán de la partida en algunas fechas, la banda del ex Biters, TUK SMITH junto a sus THE RESTLESS HEARTS. El tour comenzara el 21 de junio en San Antonio (estado de Texas), pasando por Kansas City, Nashville, Miami, San Francisco, San Diego, Detroit, Washington D.C., Boston, Chicago y varios lugares más, y finalizando el 5 de septiembre, en California, más precisamente en Inglewood. Según informes surgidos desde el anuncio de este tour, los Crue se harían de la suma de aproximadamente dos millones de dólares por presentación. También hay fuertes rumores de que la gira pase a terreno canadiense, y algunos no tan fuertes de que
lleguen a algún o algunos países al sur del Rio Bravo.
Teniendo en cuenta el valor del dólar que se maneja por estos lares, es bastante arriesgado para organizadores traer el Stadium Tour, y si existiere esa posibilidad, sería bastante (mucho, muy) costoso para los fans, pagar los precios de las entradas. Pero como dice un fragmento de “Home Sweet Home” (la hermosa balada compuesta por los Crue, incluida en el álbum “Theatre of Pain” de 1985) “You know, I’m a dreamer” (tu sabes, soy un soñador), así que a no perder las esperanzas, porque ya a esta altura de su carrera Vince, Nikki, Mick y Tommy, aparte de músicos consagrados, son empresarios, y bien podrían ser seducidos para saldar su presentación con bonos de deuda emitidos por el Estado Argentino...
