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Está de más recordar que una peritonitis que aquejó a Ricardo Iorio hizo reprogramar el evento que estaba pautado hace unos meses atrás. Esta vez salió bien, el hecho de que finalmente se haya concretado el 26 y 27 de diciembre le dio otro marco a la celebración, tiñó el festival con la atmósfera navideña y de fin de año, como una suerte de balance para cerrar un período bastante productivo.
Más de treinta bandas, dos días, dos escenarios, música para todos los gustos, una gran convocatoria y sobre todo una gran fiesta metalera, para encontrarse con amigos y tomarse unas cervezas.
Fuimos elegidos para cubrir el show del domingo 27. El día se presentaba tórrido y pegajoso. El fin de semana largo había hecho mella en la población, que dormía una siesta mezclada con resaca de Navidad y de los festejos extendidos. La cita era temprano, pero mi cuerpo se negaba rotundamente a madrugar para ir a un recital, por lo cual solo accedió a tomarse el colectivo promediando las cuatro de la tarde y entrar al Teatro cerca de las cinco.
Estaba tocando F.A.L., una agrupación de Thrash Metal muy aguerrida, con un macizo cantante y una buena escena. El público todavía no llegaba a las quinientas personas, repartido entre los dos escenarios. Para el que no conoce la arquitectura del Teatro de Colegiales les cuento que es un recinto con tres pisos (o tres niveles, mejor dicho), en el cual el escenario principal (llamado en esta ocasión Norberto "Pappo" Napolitano) se encuentra ni bien uno ingresa al lugar, allí se hacen la mayoría de los shows internacionales, luego las escaleras te llevan a una especie de VIP, que en un teatro normal se lo puede llamar "paraíso", aunque sin butacas. Desde el "paraíso" hay otras escaleras que te llevan al tercer nivel, y allí estaba ubicado el escenario secundario "Charly Guillen" (ex guitarrista de Lethal, fallecido hace casi quince años).
La oferta de bandas era abrumadora y era imposible verlo todo. Cabe destacar que cada escenario tenía autonomía propia, por lo que era común que se superpongan bandas. El único grupo que pude ver del escenario "Charly Guillén" fue B.A.R.I., un agrupación de Hard Rock con mucha melodía y fuerza, pero el sonido estaba bastante alto y por momentos aturdía un poco. Dejamos a B.A.R.I. antes de terminar su set y ya estaba tocando uno de los pesos pesados en el escenario grande: Jason.
Hay mucho para escribir sobre una jornada memorable como la del 27, pero el tiempo de los lectores siempre es tirano, por lo que vamos a tratar de ir al grano sobre las bandas que pasaron desde Jason hasta el cierre definitivo con Almafuerte.
Jason: banda con larga trayectoria y varios discos en su haber, sonaron ajustados y veloces y festejados por el público. Tribunearon con "Tu Eres su Seguridad" de la H, en una versión que, para mi gusto, modificó su ADN y le sacó fuerza. En "Nubes Negras" metieron un medley de viejos clásicos del Metal: "Heaven and Hell", "Breaking the Law", y algún otro que mi memoria dejó pasar. Muy bueno.
Vrede: vieja banda separada hace un tiempo y elevada a la categoría de culto. Su perfil internacional se hizo notar sobre el escenario. Su música, más emparentada con el Hardcore y el Metal a lo Meshuggah fue recibido con cierto recelo por parte del público más bien ortodoxo. Sonaron muy fuerte y recorrieron sus dos discos: "Raíz" e "Incisión". Su llamativo atuendo se emparentaba más con "Pasión de Gavilanes" que con el Metal pero, más allá de chistes de dos pesos, su música sonó atronadora y visceral.
Betrayer: Una propuesta fuerte, un Thrash filoso y una voz femenina con mucha actitud y garra es lo que ofrece esta banda del suroeste de Buenos Aires. Muy agradecidos por ser parte del festival, sacudieron a la monada con treinta minutos de puro Thrash con voz podrida. Silvina Harris rockea como pocas y es el motor de la banda; su presencia domina y seduce a partes iguales. Para cerrar, un par de hits de Metallica, aprovechando su inminente visita. Una de las mejores bandas de la tarde.
Mastifal: Otros grandes de la escena Death porteña, con una vasta legión de seguidores y un par de discos a cuesta para desgranar. Agite y pogo instantáneo. "Más Allá de la Razón" hizo aullar a más de uno. Ya la cantidad de gente y la temperatura aumentaban proporcionalmente. Buen set. Para el final: "Que Sea Rock" de Riff, con cantante invitado. Poderoso, entretenido y brutal.
La noche ya estaba a pleno y era hora de los grandes. Mientras las últimas bandas terminaban su set en el escenario "Guillén", Mario Ian sube a las tablas y le da a la gente una cátedra de Metal Pesado. Amparado por una banda muy solvente integrada por un par de ex miembros de Rata Blanca (Rowek y Berdichevsky) y un disco con críticas más que buenas. Su voz sigue intacta a pesar de los años, y se anima a los gritos más agudos sin flaquear en ningún momento. El material que presenta es contundente, Heavy Metal Clásico de alta factura, con dejos a lo Judas Priest; "Pacto con tu Libertad" y "Latinoamérica" fueron los más coreados. Es un tiro para el lado de la justicia ver a tanta gente apreciando en vivo a uno de nuestros más grandes cantantes, aunque sea en un festival con muchas bandas, ya que en un show de Ian como cabeza de cartel la convocatoria sería más escasa (y esto es un paréntesis para hacer notar la falta de gente que hay en los conciertos nacionales hoy en día, salvo algunos elegidos y consagrados, la falta de público se hace notar y es uno de los mayores problemas de la escena actual).
Para coronar su show: tres temas de Rata Blanca que tienen su co-autoría: "Jerusalen", "Sombra Inerte del Amor" y "Bajo control". Por un momento tuve quince años menos. Gracias Ian, por tanto.
Una de mis mayores expectativas era volver a ver a Lethal en vivo. La banda de Tito García y Eddie Walker sigue activa, aunque se escucha poco de ella. Luego de un par de discos memorables y algún que otro paso en falso, diferentes viscisitudes de la vida moderna pusieron a la banda en un freezer. Convocados especialmente para ser parte del segundo día del "Metal Para Todos", nos regalaron una buena selección de clásicos, con todo el fervor del auditorio ante una de las bandas más queridas y respetadas de la escena. "Basura" y "Rompiendo el Silencio" para abrir. Se me cayó un lagrimón. Dedicado para todos los borrachos, "Resaca". Adelantaron un par de temas nuevos: "Buscando un Camino" y “Chicos de la Calle”. Para ir cerrando: "Maza", que desató el caos y "Myke Tyson", con el Zombie de Tren Loco como invitado en las voces (personaje que hizo protagonizar un divertido blooper a Tito García). Un final emotivo y un set por demás corto para una gran banda que, ojalá, vuelva al ruedo muy pronto y que sea con la mejor de las suertes. Se lo merecen. Aguante Lethal.
"Esta es luz de Criistoo, yo la haré brillaar. Brillará, brillará sin cesaar"... La monada ya estaba recaliente. El exponente máximo de la escena nacional a punto de dar su segundo show en el Teatro. Pasaditas las diez de la noche se abre el telón y allí nomás estaba Don Ricardo enfundado en un overol negro y cantando "Debes saberlo". Lo demás es lo mismo que en todos los conciertos de Almafuerte. Canción - speech - canción. Iorio es un espectáculo en si mismo, un personaje grave y bizarro a la vez, un decidor, letrista, poeta, caricatura, loco, desbocado. Controvertido. Las canciones que toca son casi siempre las mismas, pero no importa qué toque o qué deje de tocar, el fervor es el mismo, el aguante es incondicional, mil quinientos chicos cantando a viva voz "Pensando en Llegar" o "Triunfo". Y Iorio, como siempre, polémico hasta el rencor, locuaz hasta la verborragia, emotivo hasta las lágrimas. "Está claro que fuera de acá no hay ningún recital que valga", en clara alusión al show que Oconnor hacía en el otro Teatro, el de Flores. "No sean putos, ustedes gritan "Tano, Tano¨, pero cuando el Tano toca solo van cincuenta a verlo", Iorio reprochándole al público (con justa razón) su aguante selectivo. "Ustedes se quejan por cincuenta pesos del concierto y después le pagan quinientos a su tía para ver al gallego tragaleche de Sabina". Iorio en su máxima expresión. Ámelo u ódielo, tómelo o déjelo. Final con "A Vos Amigo", y todos en el escenario fundidos en un abrazo.
Vuelta a casa, son las once y media de la noche. Los tímpanos zumban. La noche sigue pesada aunque un poco más fresca. La alegría de haber sido parte del festín todavía me dura. No queda más que agradecer la labor de todas las bandas que participaron del festival, por su entrega, por sus huevos y por su música. Y un saludo grande a todos los que estuvieron apoyando a los músicos y disfrutando de una jornada que ennoblece y refuerza a la escena nacional.
Un fin de año feliz y a puro Metal, más no se puede pedir… ¡bah! Si, que se repita.
Nuevamente muchas gracias a Lucía Chiarenza y a toda la gente de 4G Producciones, por este show y por todo el gran trabajo desarrollado a lo largo de este 2009 al cual el "Metal Para Todos" le ha puesto su digno broche de oro!
Comentó: Alien (www.alienindustries.blogspot.com) para OXIDO.