lunes, 31 de mayo de 2010

JEFF SCOTT SOTO & ERIC MARTIN en El Teatro Flores, 21/5/2010


El viernes 21 de mayo, el cantante JEFF SCOTT SOTO (ex Yngwie Malmsteen, Axel Rudi Pell, Talisman, Journey, etc.) (foto) hizo su presentación junto a ERIC MARTIN (legendaria voz de los disueltos Mr. Big). La fecha pactada en un primer momento para El Teatro Colegiales fue pasada a su homónimo de Flores, lugar en el cual también tendría cabida en segundo turno la realización de una Fiesta Glamnation, teniendo como epicentro de la misma la actuación de los norteamericanos L.A. Guns. Como podrá percatarse el lector, estábamos ante una auténtica festividad del Hard Rock.

Luego de sobradas peripecias para llegar desde el Microcentro porteño hasta el reducto de Flores, arribamos a las 19:45 hs., momento en el cual no había ninguna banda invitada, hasta que a las 20:05, y de manera inesperada, se corría el telón e iniciaba su actuación JEFF SCOTT SOTO. Algo sorpresivo no sólo para quien escribe estas líneas, sino también para otro montón de gente que fue llegando a medida que el neoyorkino desarrollaba su set.
Sin dudas, la víspera del fin de semana largo, como así también una grilla distinta a la imaginada, han incidido de manera decisiva en la escasa cantidad de público presente en los primeros instantes. Poco le importó esto al vocalista, quien inició su actuación con todas sus energías. Piezas como “21st Century”, “Soul Divine”, “On my Own”, “Drowning”, “Our Song” , “Eyes of Love”, una acertadísima version de “Holy Diver” (del fallecido prócer Ronnie Dío), “Insanity Desire, One Love”, “We Will Rock You”, “Stand up and Shout” y “Since You've Gone”, son una muestra clara de lo que fué un recital que en contados momentos bajó la intensidad con las baladas típicas del estilo.

JSS es un FRONTMAN (así, con mayúsculas!) que transmite energía, despliega pequeños bailecitos, hace poses, engancha al público haciéndolo participar, maneja el español, repite una y otra vez el “Thank you so much!!” y cuenta anécdotas divertidas, pero cuidado… todo eso respaldado por una de las mejores voces de la actualidad, si de música pesada se trata.

El cuarteto de músicos que lo acompaña se compone de Jorge Salán (ex guitarrista de Mago de Oz), en guitarra solista y coros, Fernando Mainer en bajo y coros, Edu Cominato en batería y coros y B.J. en guitarra rítmica, teclados y coros. Un elenco de lujo, de acuerdo al despliegue mostrado por cada uno en su respectivo instrumento; en especial lo del guitarrista madrileño, quien con su solo mostró sus fuertes influencias de música clásicas (por ejemplo, Bach) dejando a más de uno boquiabierto por la velocidad, la precisión y la melodía que emanaba del mágico instrumento de seis cuerdas.
Si hablamos del quinteto en sí, uno de los puntos fuertes fueron las cinco voces sonando al unísono en varios pasajes del set. En este aspecto resaltamos el desempeño del multiinstrumentista B.J., con un timbre de voz complementario al 100 % con el del líder. Este crisol de voces dota de sobrada potencia a la música desde un lugar rara vez explotado en el Metal, que generalmente lo hace a través de un individuo por naturaleza virtuoso, como es el caso de Bruce Dickinson y del recientemente mencionado Ronnie James Dio.

Por lo demás, el show fue correcto y entretenido en sus noventa minutos, y por sobre todo muy bien ejecutado por músicos con sobrado bagaje y roce internacional.

Cuando a las 22 en punto, ERIC MARTIN inicia su actuación, las satisfacciones que aún perduraban gracias al desempeño de su colega, se esfumaron de inmediato. A ver: qué podemos esperar de un cantante que supo rodearse de músicos de la talla de Paul Gilbert o Billy Sheehan? Perfección, compromiso y un buen show. Bien, la palabra "show" le quedó grande al ex Mr Big. La razón es simple: en todo momento el espectáculo dió la sensación de asemejarse más a una zapada de fogón entre amigos (eso si, de lujo) que a un espectáculo propiamente dicho. Por lo que averiguamos, los músicos que lo acompañaron son sesionistas argentinos que hacían su bautismo de fuego esa misma noche, con pocas horas de ensayos. Encima, el vocalista se dedicó a retar varias veces (en público!) al guitarrista, por la manera en que ejecutaba ciertos temas. En lo personal creo que si MARTIN es tan quisquilloso y perfeccionista con su música, debería reclutar músicos estables y tratar de hacer honor a la gran banda que supo integrar. De seguir como hasta ahora, estará condenado a formar parte de un conjunto (curiosamente cada vez más numeroso) de “ex integrantes de…” que boyan por el mundo brindando espectáculos de poca calidad en lugares acordes a lo ofrecido.
Algunos de los títulos interpretados fueron “Just Take my Heart”, “Daddy, Brother, Lover, Little Boy”, “Take Cover”, “Promise Her the Moon” y “Shine”, entre otros.

Más allá de las consideraciones, la actuación fue de ochenta minutos con sabor a tan poco, que el mismo público por momentos parecía totalmente ajeno a lo que estaba aconteciendo.

Espectadores: entre quinientas y seiscientas personas.

Nuestro agradecimiento de siempre a Ariel Vigo y Gabriela Sisti, de la productora Volumen 4, por su constante gentileza para con nosotros.
 
Comentó: José María Aicardo, para OXIDO.-

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