domingo, 5 de abril de 2009

Opeth, 3 de abril en The End

Que quilombo es llegar a los recitales que se hacen los días viernes! Todo es un caos; todo está colapsado y demorado… pero esta vez la cruzada vale la pena: Opeth en Argentina!!! No podía dejar escapar esta oportunidad... Una de las bandas más consagradas en la movida Metal europea, aclamada por toda la prensa por sus excelentes trabajos discográficos, la virtuosidad de sus músicos y el excelente sonido en los directos, eran motivos suficientes para concurrir al evento. ¡Que posibilidad de poder disfrutar tantas bondades!, pero no nos adelantemos que hubo bandas soportes…y muy buenas.

Desgraciadamente para cuando arribé al local, había transcurrido la actuación de Carnarium y ya estaba en su segundo tema Necrópolis, agrupacion oriunda de la ciudad de Córdoba la cual inmediatamente cautivó mi atención, al igual que la mayoría del público. Temas nada gancheros, trabados, riffs intrincados, al mejor estilo Death. La aceptación definitiva vino de la mano de “Spirit Crusher” (cover de Death), cuya versión fue excelentemente ejecutada. Una propuesta fuera de lo común que dejó como resultado una aprobación unánime de parte del público, demostrado en un aplauso generalizado. Bien por ellos y en especial por su cantante y guitarrista Guillermo Gómez, quién mostró personalidad y destellos de sus cualidades musicales.

El último soporte antes de la banda principal era Logos… si, leíste bien. La mítica banda de Miguel Roldán y Alberto Zamarbide hacía su presentación descargando una artillería de auténticos hits (el privilegio de tener una excelente discografía): iniciando con “Viaje a la Realidad”, “Darse Cuenta”, “Ven a la Eternidad”, “Marginado”, y los clásicos de V8 “Ciega Ambición” y “A Través de los Tiempos” (tema de cierre). Un set corto, concreto y de alto vuelo. Nada que nos deba asombrar a esta altura. Gracias Beto y compañia por el grato momento que nos hicieron vivir.

Luego de una espera de aproximadamente cuarenta minutos, a las 22:10 hs, breve intro de por medio, Opeth da inicio el show con "Heir Apparent” de su última placa “Watershed”; para esta altura el recinto estaba completamente lleno en el piso, quedando solo algunos huecos en la planta alta del recinto.
Mucho furor de parte de la gente en su mayor porción muy joven e incluso adolescente, quienes poguearon, corearon y acompañaron a la banda durante todo el evento, lo cual por momentos se volvió algo molesto, siempre si partimos de la base que Opeth es una banda para apreciar y no tanto para corear y todas esas cosas a las que estamos acostumbrados en nuestra tierra.
En otro orden, la calidad de los músicos es realmente de primera línea. Que Mikael Akerfeldt es un prodigio al igual que Martin Mendez no es ninguna novedad, pero lo del baterista Martin Axenrot fue superlativo, una maquina sincronizada a la perfeccion... mucha tecnica, velocidad y real motor de los momentos explosivos de esta superbanda. Lo de Fredrik Åkesson (guitarras, ex Arch Enemy y Tiamat) y el tecladista Per Wiberg queda en un segundo plano, lo cual no empaña bajo ningún concepto el manejo con sus instrumentos.
Un mito derribado de manera categórica es que “todas las bandas suenan mal en The End”, y Opeth fue el encargado de demostrarlo con un sonido avasallante y nítido, lo cual se potenciaba con estos súper músicos dando como resultado momentos de alto contenido climático que nos transportaban a otra dimensión.
En cuanto a la comunicación con el público: Mikael llevó la posta, se mostró agradable y expresivo, incluso por momentos demasiado participativo.
El set list se ocupó de recorrer casi toda su discografía, muestra de ello fueron: “Ghost Of Perdition”, “The Leper Affinity”, “Hessian Peel”, “The Night And The Silent Water”, y “The Lotus Ester”, cerrando con “Deliverance” (tremendo!!!) tal como lo vienen haciendo en toda esta gira.
Concluido el show a las 23:50 la gente -aún excitada-, se retira del caluroso recinto con sus rostros llenos de satisfacción.

Público: mil y algo más.
Lo bueno: haber conocido gente de Colombia y Uruguay con la que pude entablar conversaciones muy productivas. Desde aquí mi más afectuoso saludo.
Lo chistoso: Zamarbide invitando a hacer pogo a cierta gente que coreaba el nombre de “Opeth” mientras Logos desarrollaba su actuación. Lo opuesto para Mikael Akerfeldt, quien ensayó algunas bromas poco eficaces, se nota que lo suyo es la música.
Lo malo: el calor agobiante.

Comentario a cargo de Jose Maria Aicardo, para OXIDO.

1 comentario:

  1. yo estuve ahi!!

    tenes razon con lo el trafico, sali a las 6 y llegue a the end a cualquier hora!! pero llegue.

    a la vuelta en el colectivo conoci gente ke vinieron de otras provincias solo para ver el show, porke para volver a mi barrio tenia ke ir hasta Retiro.

    y concuerdo nuevamente con vos
    calor era poco, estabamos en el mismisimo infierno.

    te invito a ke pases x mi blog donde hay fotito y videos de lo sucedido...


    Cordiales saludos para todos!

    AGUANTE!!

    ResponderEliminar

Traductor