miércoles, 9 de septiembre de 2009

AMORPHIS y CHILDREN OF BODOM en El Teatro Flores, 8/9/2009

Noche de martes en Buenos Aires, día hábil algo complicado para quienes tenemos que viajar desde el interior para cubrir eventos, pero bueno... nuestra pasión por esta música va mucho, pero mucho más allá que las meras dificultades planteadas por horarios, medios de transporte, e incluso trabajos... Lo que no pudimos lograr fue llegar lo suficientemente temprano como para ver a ninguna de las bandas argentinas invitadas. Pedimos nuestras disculpas del caso.

Yendo al show en sí, se trataba de una fecha algo atípica por estas tierras, dado que rara vez dos bandas extranjeras se dan cita en un mismo evento, salvo que se trate de algún festival... Pero en esta oportunidad, dos reconocidas agrupaciones finlandesas emprendieron juntas este tour sudamericano, aunque NO en igualdad de condiciones. Tengan muy en cuenta ese dato.

Parte 1: AMORPHIS

Arribamos al Teatro Flores un rato antes de las 20 horas. La gente de prensa de Icarus -súper eficiente como siempre- nos había anoticiado del hecho de que AMORPHIS iba a tocar a las 20 horas. Varios de los asistentes al show deben haber supuesto que iban a hacerlo alrededor de una hora después, pero igualmente al momento de que los primeros finlandeses subieron a las tablas, el recinto contaba ya con algo más de mil espectadores dentro.

Para dejar de lado cualquier especulación de quien lea esta review, aclaro desde el vamos que AMORPHIS es una banda que despertó mi pasión en sus primeros años, con impresionantes discos como "The Karellian Ishtmus" y "Tales From the Thousand Lakes", allá por la primera mitad de la década del 90'; que luego cayó en un ostracismo y aletargamiento, principalmente causados por el regular vocalista -Pasi Koskinen- que incorporaron a partir del álbum "Elegy"; y que recuperó toda su gloria y mucha más, a partir del ingreso del IMPRESIONANTE Tomi Joutsen, quien realizó su debut discográfico con "Eclipse", un gran álbum publicado en 2006.

Sabíamos de antemano que gran parte del público que se iba a hacer presente anoche iba a tener un pleno desconocimiento del material de esta gran banda, dado que lo que ellos iban a buscar -Power Metal con toques extremos- lo iban a encontrar en CHILDREN OF BODOM, un producto destinado a adolescentes y a muchachitas esperanzadas en conseguir que el carilindo líder Alexi Lahio les dedique una tierna mirada con sus ojitos prolijamente delineados.
Bueno, AMORPHIS no ofrece nada de eso, sino simplemente música de la mejor calidad. Por eso nos sorprendimos gratamente al ver a una aceptable porción de los espectadores brindando caluroso aguante a la primera de las dos bandas finesas. La verdad, esperábamos menos actitud de este público asistente.

Describir musicalmente a AMORPHIS es embarcarse en un fantástico viaje de sensaciones y sentimientos multicolores, transmitidos a través de leyendas escandinavas ajenas a nuestra cultura, pero no por eso menos subyugantes.
La banda es un sexteto que basa su sonido en las multifacéticas guitarras de los miembros fundadores, Esa Holopainen y Tomi Koivusaari. Las mismas traen consigo mágicas melodías progresivas y riquísimos arabescos floydianos... no es en vano la admiración de Esa Holopainen por David Gilmour.
Otro aporte absolutamente fundamental son los teclados de Santeri Kallio, uno de los principales compositores de esta fantástica actualidad de AMORPHIS. A diferencia de su colega de CHILDREN OF BODOM, aquí sí es un placer escuchar esos teclados, y no sentís como que te sumergieras en un océano de dulce de leche... creo que entienden la diferencia, no?

El párrafo aparte se lo lleva -sin duda alguna!- el inexplicable, el inenarrable Tomi Joutsen, ABSOLUTAMENTE UNO DE LOS MEJORES CANTANTES QUE HEMOS VISTO EN NUESTRAS VIDAS!! Joutsen es poseedor de un registro vocal tan pero tan amplio, que puede pasar -sin el más mínimo esfuerzo- de los gruñidos más guturales a las voces limpias más estremecedoras y fascinantes... No parece tener límite alguno su talento, y a eso debemos sumarle que es el único que se comunica con el público, dentro de una banda con actitudes bastante pasivas sobre el escenario... Igualmente es un precio que pagamos con gusto: si a cambio de que nos entreguen tan cautivadoras canciones los tipos tienen que ser un estandarte de la parquedad... pues que lo sean! Joutsen se basta y sobra él solo para cantar, conmover, dialogar, arengar y encantar.

El listado de canciones fué el siguiente: "Against Widows", "Alone", "The Smoke", "The Sign of the North Side" (del disco "The Karellian Isthmus", increíble!!!), "Silver Bride" (tremendo hit!), "My Kantele", "From the Heaven of my Heart", "House of Sleep" (el punto más alto de la noche... sencillamente inolvidable!!), llegando al cierre con la histórica "Black Winter Day", del aclamadísimo álbum "Tales From the Thousand Lakes".

Qué podemos agregar? Indudablemente el show fué extremadamente corto, no más de cincuenta minutos. Al menos yo, me quedé con ganas de otros cincuenta más. Pero bueno, parece que la gira está armada así.
Lo que nos pareció totalmente negativo (y creemos que es un tema que ambas bandas deben haber arreglado de antemano) es que a AMORPHIS le hayan cortado de semejante grotesca manera el sonido y los efectos lumínicos... O sea, si el personal de CHILDREN OF BODOM considera que pueden ponerse a la altura de AMORPHIS haciendo estas cosas, evidentemente viven confundidos. En conceptos musicales, ideas, inspiración, repertorio y creatividad se encuentran a una enorme distancia una banda de la otra... aunque una de ellas suene a través de atronadores parlantes y a la otra le enchufen sus instrumentos a una radio Spika.

Saludos de nuestra parte a Marcela, la más que eficiente encargada de prensa de Icarus; a Exequiel Núñez (uno de los mejores periodistas musicales de este país); a Carlos Zárate, responsable de Icarus; a Wata de Matan S.A.; a Pocho de Húrling Métal; a Laura Sosa de MetalFox; a Patricio y Brenda de Bloodparade; a Horacio de Black Medusa y a Gustavo Arambich de Carnarium.

Comentó: Javier Parente, para OXIDO.

Parte 2: CHILDREN OF BODOM

A telón levantado, se iniciaron los preparativos para la actuación de la última banda de la noche: CHILDREN OF BODOM. El espectáculo se inicia a las 21:35 horas, a toda orquesta. Atrás habían quedado los limitados sonidos y juegos de luces puestos a disposición de AMORPHIS. En lugar de ello, la parafernalia sonora mostró un crédito ilimitado destinado a enriquecer la propuesta de la última banda.
Breve intro, sonido potente y nítido que acompañaron todo el set. Los temas ejecutados pasearon por toda la discografía, en especial del disco “Hate Crew Deathroll”. Piezas como “Needled 24/07”, “Sixpounder”, “Hate Crew Deathroll”, “Hellbounds on my Trail” y “Blooddrunk” mostraron la faceta más moderna de la banda. Sin embargo, hubo un homenaje para quienes conocimos a CHILDREN OF BODOM allá por el año 1997, y su genial “Something Wild”, seguido por (para quien escribe) su mejor trabajo: "Hatebreder": “Deadnight Warrior”, “Silent Night, Bodom Night”, “Bed of Razors” y “Downfall”.
Una grata sorpresa fué lo aplastante del sonido en canciones como “Follow the Reaper” y “Bodom After Midnight” mostrando, además, marcadas diferencias de sonido con el resto de las piezas. Un punto negativo fue la similitud de los distintos temas entre sí.

En cuanto a las actuaciones individuales: Alexi y Janne marcaron las pautas con sus instrumentos, en especial en el momento de los solos. Los tipos en lo suyo son palabra autorizada, pero en el aspecto colectivo diluyeron ese potencial propio de los discos, transformándolos en infatigables y aburridos solos que por momentos parecían complemente descolgados.
La imagen de la banda a cargo del frontman Alexi mostró facetas infantiles, inofensivas, e incluso de niño malcriado. Escupir todo el tiempo, comunicarse con el público con las únicas dos palabras que posee su diccionario: “mother fucker!”... coronando su accionar con continuos cuidados estéticos de su cabellera. Parece que la adolescencia es una parte muy importante en la vida del guitarrista (y un dolor de cabeza para los que tenemos que presenciar sus “travesuras”).

El público -como era de esperar-, acudió en su mayoría en apoyo de esta banda, festejando en forma incondicional cada acción del líder, y renovando su entusiasmo en cada nueva (y similar) composición.
Para las 23:30 horas finalizaba el espectáculo, dejándonos un sabor agridulce que empapaba el alma. Así pasó por Buenos Aires una banda de alto vuelo en sus producciones discográficas, pero cuyas calificaciones bajan de manera notable en el directo.

Comentó: José María Aicardo, para OXIDO.

3 comentarios:

  1. Javier: Estuve en el recital, y la verdad que concuerdo en un 100 % lo que decís. Si bien el recital de Children of bodom sonó muy potente, y la escena de Alexi Lahio es tremenda, yo personamente fui a ver a Amorphis, y quedé más que satisfecho con el despliegue escénico de Joutsen, y los arreglos de guitarra de Holopainen, que es un grande entre los grandes.
    Es una pena en verdad que el recorte tan evidente que tuvieron en su sonido haya opacado su trayectoria, su sonido, y lo que ellos representa!

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  2. pueden comentar algo de las bandas teloneras??

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  3. Hola, releé el primer párrafo y allí está la explicación de porqué no comentamos nada de las bandas teloneras.
    Reiteramos las disculpas.

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