Calurosa noche de jueves 4 de febrero, húmeda y pesadísima, en este infernal enero que el maldito verano nos está obsequiando. Momento no muy apto para ir a ver shows, quizás... máxime si se trata de concurrir a un local como Súper Rock, en el Microcentro porteño, poseedor de mala reputación en lo que atañe a ventilación... Pero como quienes venían a tocar eran los increíbles OBITUARY, la banda que fusionó los vocablos "Death Metal" con "groove", los creadores de esa distorsión singularmente única, los compositores de los temas más gancheros del estilo...: sin dudarlo, allá nos dirigimos.
Caímos a eso de las siete y pico, y tras las salutaciones correspondientes a la gente de la productora Icarus, descendimos las escaleras para adentrarnos en el horno. En ese momento estaba tocando la segunda banda invitada, Climatic Terra, combo de Death Metal técnico orientado hacia lo que producen grupos como Arch Enemy, comandados por el eximio guitarrista Iván Iñiguez. Pudimos apreciar casi todo su set, en el cual vimos por primera vez a su nueva vocalista, quien reemplazó a la conocida Silvina Harris, hoy voz de Betrayer. Climatic Terra desarrolló lo suyo con solvencia, son músicos que entregan un show poderoso y muy aceitado. El sonido estuvo bastante bien. En lo personal, me voy a abstener de opinar acerca de si el cambio de frontwoman benefició o perjudicó a la banda.
Luego de Climatic Terra, era el turno de Inferi, agrupación Black Metal que tiene ya una experiencia de varios años sobre las tablas argentas, y que hace poco cristalizó el sueño de realizar una gira europea mostrando su arte. Igualmente la propuesta de Inferi ya no parece tan Black Metal, es como que el estilo ha variado hacia un Black/Death/Thrash Metal, una fusión de elementos extremos. Inferi es a su vez una banda muy visual, que cuida su imagen y puesta en escena. No nos pareció que sonara tan limpio como Climatic Terra, por momentos se empastó demasiado la distorsión, quitándole un poco de brillo a la propuesta.
Filamente, y ya cerca de las 21 horas, fue el turno de la última banda invitada de la noche: los ascendentes Matan S.A., el combo liderado por el ex Pandemia Wata, nuestro más reciente entrevistado. Matan S.A. toca simplemente Old School Death Metal, con influencias de las viejas bandas que marcaron el nacimiento del estilo. Y verdaderamente, lo hacen muy bien! Con el mencionado Wata recreando en escena a una especie de asesino serial, sus atronadoras vocalizaciones despertaron a todo el Microcentro... xD Realmente nos sorprendió la fiereza y poder con los cuales el vocalista desplegó lo suyo sobre el reducido escenario de Súper Rock!! Presentaron los temas que van a formar parte de su inminente disco debut, y recibieron el apoyo de los presentes, que ya comenzaban a poblar las instalaciones en buen número.
Luego de un compás de espera de aproximadamente media hora, a las 21:45 se abrió el telón para dar lugar al comienzo de la performance de la banda estelar de la velada. Seamos sinceros: nos encanta OBITUARY. Para nosotros es -junto a Six Feet Under-, la banda más singular y diferente de un estilo que ha tendido a agotarse con el paso de los años. Pero OBITUARY, desde su inexplicable y originalísimo sonido de guitarras, desde las desgarradoras vocalizaciones del gran John Tardy, y desde sus gancheras composiciones -y su aún más ganchero modo de interpretarlas!!-, se las ha ingeniado para no caer en ese agotamiento (ni físico ni mental) tras el paso de casi veinticinco años desde que dieron sus primeros pasos como banda.
OBITUARY en vivo es una experiencia plagada de vitalidad y adrenalina, motorizadas desde atrás hacia adelante por la demoledora batería de Donald Tardy; el devastador bajo de Terry Butler (reciente reemplazo del histórico Frank Watkins), quien acumula una vasta experiencia dentro del Death Metal, habiéndose desempeñado como bajista en Death, Massacre y Six Feet Under; y la rasgada y distintiva viola de Trevor Pérez, responsable primario del sonido único e inimitable que caracteriza a OBITUARY.
Y delante de ellos, la dupla solista... por un lado, Ralph Santolla, un guitarrista técnico y virtuoso, que hizo pasar desapercibida la partida de otro histórico, Allen West. Santolla también carga con una amplia experiencia sobre sus esmirriadas espaldas, habiendo pasado por Death, Iced Earth y Deicide. No es un violero de Death Metal, pero sabe adaptar sin problemas su notable talento y ponerlo al servicio de OBITUARY.
Y por otro lado, el frontman al cual todos miran: John Tardy, el sujeto incapaz de pasar desapercibido. Ya sea por su increíble talento vocal -absolutamente ningún otro cantante Death Metal puede extraer ese sonido de su garganta!!-, como por su poderosa imagen sobre las tablas. Una vez John dijo que él utilizaba su voz como un instrumento más, y de eso no caben dudas: junto a la viola de Trevor Pérez, podemos decir que son los rasgos más distintivos en OBITUARY.
Como detalle anecdótico, quedan los fugaces pasajes en los cuales los hermanos Tardy unieron fuerzas en batería (Donald) y percusión (John), siendo éste último reemplazado en su labor en los mencionados tambores, hacia el cierre del show, por un asistente. Una nota de color.
El setlist estuvo muy bien elegido, y representó un paseo por todas las épocas de la banda. Desde las viejas "Chopped in Half", "Threatening Skies", "The End Complete", "Dying", "Turned Inside Out" o "Final Thoughts", hasta las más recientes "List of Dead", "Blood to Give", "On the Floor", "Face Your God", "Contrast the Dead" o "Forces Realign"... A todo esto sumémosle el plus de "God Dethroned" -cover de Celtic Frost-; y para el cierre, en los bises, quedaron los solos de Donald Tardy (qué fiereza para pegarle a los tambores!) y de Ralph Santolla, más "Slow Death", el hitero "Evil Ways" y el final con el clásico más esperado: "Slowly We Rot". Una auténtica fiesta de verdadero Death Metal!!
El público -aproximadamente unas quinientas almas- acompañaron incondicionalmente a la banda, pese al agobiante calor imperante en el recinto. El piso del antro terminó como si lo hubieran baldeado, inundado en sudor...! Por momentos era absolutamente sofocante estar allí adentro, y no nos cabe duda de que en otra época del año, el lugar hubiese estado completamente lleno... A diferencia de lo ocurrido con Deicide un par de semanas atrás, nadie escupió ni molestó a los músicos, sino todo lo contrario. Seguramente ha de ser porque OBITUARY es una banda compuesta por gente con infinita más onda que el amargo combo de Glenn Benton.
El sonido estuvo más o menos bien. O sea, desde donde nosotros estábamos, frente a la banda, a mitad del salón, delimitando la zona del pogo, todo se escuchaba nítido; aunque a un volumen bastante bajo, detalle que no se corrigió a lo largo de toda la actuación. De todas formas, personalmente prefiero un sonido así antes que subir las perillas al mango, que te aturdan, y no distinguir los instrumentos.
La organización, a cargo de Icarus, excelente como siempre. Vaya nuestro permanente agradecimiento para Carlos, Marcela y Wata, integrantes del staff, por facilitarnos siempre todo.
Para resumir en una frase final: Fuimos a vivir con OBITUARY una verdadera fiesta de los sonidos extremos... y ténganlo por seguro: a diferencia de algunos de sus colegas, estos oriundos de la Florida estadounidense nunca te defraudan!
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.
Muy buen comentario! Se nota que te gusta Obituary, ja. Cuando se publique el mío te aviso. Saludos!!
ResponderEliminarRaulInTheEndOfLife
ResponderEliminarmuy bueno, auke el gil de terry estaba de mas... mataria si hubiesen venido con frank watkins pero bue...
el volumen estuvo un poco bajo pero es verdad... si le subian mas, la verga de super rock iba a sonar para el orto... ya le pasoa deicide un par de dias antes...
tocaron muchos temas nuevos,,.. y esta bien, porque la gira se centraba en su ultimo disco...
pero como todo fan, no hay con que darle a los viejos albumes.
ah,
y ke se pongan las pilas con el precio de las entradas loco, no somos conchetos con plata,
se sarpan,,..100 mangos por tocar en ese lugar de mierda.... si fuera el teatro de flores es otra cosa... burgueses chupapijas, es death metal, no madona, la concha de su putrefacta madre.
chau caretas,
lentamente nos pudrimos!
Gracias gente, por opinar.
ResponderEliminarExequiel, siempre es un gusto intercambiar palabras con vos en cada evento donde nos encontramos!
Y RaulInTheEndOfLife, fijate que en este caso el precio de las entradas fue uno de los más accesibles... La anticipada costaba 80 pesos, bastante menos de lo que se viene cobrando en los shows internacionales... El lugar no ayuda en nada, eso seguro.
Saludos!!